Vidain Saltillo

Las circunstancias difíciles de la vida vienen para revelar nuestro interior. Algunos reaccionamos dejando salir el monstruo que llevamos dentro mientras otros logran responder sabiamente ejerciendo autocontrol. Juan nos muestra ambos escenarios y sus consecuencias.

Después de la crucifixión de Jesús, sus seguidores esperaban lo que cualquiera espera después de que alguien muere: que siga así. Pero uno de los seguidores de Jesús, Juan, resumió como testigo ocular, el evento principal en torno al cristianismo: Jesús resucitó de entre los muertos. En esta séptima y última señal que documenta Juan, él expone que Jesús es exactamente quien dijo ser.

¿Qué haces cuando no hay nada que puedas hacer? Relacionalmente, financieramente, profesionalmente, físicamente, o académicamente, simplemente las cosas son como son. No hay nada que puedas hacer para cambiar tu situación. Las circunstancias desafiantes pueden llenarte de celos o resentimiento. Pueden hacer que te enojes con Dios. Puede sembrar en ti descontento. Pero el problema con el descontento es que puede sumergirte en direcciones autodestructivas que eventualmente te dejan con remordimiento. Entonces, ¿cuál es el secreto para encontrar contentamiento cuando los tiempos son difíciles?

De vez en cuando, nos encontramos con personas atrapadas en circunstancias inmutables, inalterables, que parecen interminables. ¿Cómo mantienen estas personas una fe extraordinaria a pesar de las circunstancias extraordinariamente difíciles? ¿Dónde encuentran la paz que caracteriza sus vidas?

¿Qué hacemos cuando nuestras circunstancias son tan difíciles que no hay salida ni cómo avanzar? Tenemos problemas para los que parece que no hay soluciones. Tenemos preguntas sin respuestas. En momentos como estos, estamos tentados a correr o rendirnos. Estamos tentados a ceder a los celos, el resentimiento y la ira. . . especialmente hacia Dios. Y es que, cuando la vida se pone difícil, sentimos como si Dios estuviera ausente, apático o enojado. Pero, ¿y qué si no lo está? ¿Será posible aferrarnos a la alegría, la esperanza y la paciencia mientras tanto?

Justo afuera de Jerusalén, Jesús hizo un milagro que cambió la vida de un hombre para siempre. Por 38 años, este hombre no podía caminar. Pero cuando Jesús dijo, “Levántate”, él sanó. Sin embargo, lo que Jesús dijo después, es lo que hizo que este milagro fuera una señal clara de quién era Jesús.

Para poder demostrar quién era Jesús, él hizo varios milagros – a los que el apóstol Juan se refería como “señales”. La primera de esas señales ocurrió en una ocasión de mucha alegría donde Jesús convirtió el agua en vino. La segunda señal fue en medio de una circunstancia desoladora en la que un padre le pide desesperadamente a Jesús que sane a su hijo que estaba muriendo.

El primer milagro de Jesús, que documentó Juan, es cuando Jesús – con un empujoncito de su mamá – asistió a una boda y convirtió el agua en vino. Esta fue la primer señal de muchas, que dan evidencia de quién es Jesús.

Si no quieres una relación como la mayoría de las relaciones, evita tener citas como la mayorías de las personas tienen sus citas. En este mensaje, Alejandro Mendoza propone cinco reglas para las citas.

Todos tenemos sueños, planes y metas cuando se trata de nuestros matrimonios, pero, ¿qué se supone que debemos hacer cuando nuestros corazones se rompen y nuestros sueños no se harán realidad? Es tentador tomar lo que está en nuestras manos y actuar, pero, ¿hay alguna otra mejor manera de responder?

Si convertirse en el tipo correcto de persona es clave para una gran relación, ¿cómo lo haces? ¿Hay algo que puedas hacer para prepararte? ¿Simplemente sucede? Claro, se supone que debemos amar a los demás, pero ¿qué significa eso realmente? Vamos a inclinarnos y leer la letra pequeña.

En las relaciones, a menudo creemos que si encontramos a la persona correcta, todo se arreglará. Entonces nos preguntamos: "¿Es esta la persona correcta para mí?" Tal vez debamos hacer una pregunta diferente, una pregunta que cambie nuestro enfoque de buscar a la persona correcta para convertirnos nosotros en la persona correcta.

¿Por qué algunas personas pasan por tiempos extraordinariamente difíciles y se rompen, mientras que otras no? Echa un vistazo a este secreto para capear las tormentas de la vida.

¿Qué pasaría si este año no se trata solo de mejorar, sino de que sea grandioso? ¿Cómo sería ese tipo de cambio? Jesús recalibra cómo se ve la grandeza y nos señala en esa dirección.

La mayoría de nosotros queremos que este año sea mejor. Pero "mejor" requiere un poco de evaluación honesta e incómoda. Entonces, ¿A qué te estás aferrando que te está deteniendo?

Muchos de nosotros queremos que este año sea mejor que el año pasado. Comenzamos con buenas intenciones haciendo un compromiso para mejorar, pero inevitablemente terminamos no cumpliendo. Tiene que haber una mejor manera, ¿verdad? Un año perfecto puede ser imposible. Pero un año mejor es posible.

Minutos antes de que terminara el año 2019, Juan Vereecken compartió nueve prácticas que pueden convertir el nuevo año en el mejor de tu vida.

A pesar de que tú y yo tenemos la tendencia a sobrevalorar los inicios, lo que realmente hace la diferencia en la vida de cualquier persona es cómo termina.

Jesús nos dijo que amáramos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, pero es más fácil decirlo que hacerlo. ¿Cuáles son los límites de nuestra responsabilidad hacia los demás? La respuesta a esta pregunta podría sorprenderte.

Una percepción errónea común es que la vida cristiana se trata de evitar desastres y mantenernos lejos de los problemas. Pero seguir a Jesús no se trata de evitar algo; se trata de convertirse en algo.